
Fue éste sábado, durante todo el día. En el enorme auditorio de la torre de Antel, repleto. Allí tenía lugar lo común. Fuera del auditorio había stands y rincones diversos, donde se podía intercambiar inquietudes, resolver dudas, aprender a usar distintos programas de la portátil que, en pocos días van a tener todos los niños de las escuelas públicas del departamento.
¿Qué me impactó más? Dentro de lo que uno pudo participar. Porque no podía estar en 3 cosas a la vez.
Algo muy complejo
Lo primero es lo complejo de la tarea, tal como lo mostraron los responsables nacionales del Plan Ceibal y especialmente la Inspectora responsable, maestra Shirley Siri: Repartir 340.000 computadoras en dos años, en 1.500 escuelas, conectar a internet cuando en algunas no hay luz. No es sólo comprar, recibir, comprobar, entregar, 340.000 portátiles, por todo el país. Es reducir la brecha -no sólo digi

Todos podrán satisfacer intereses personales, tener clases en diversos formatos, producir y no sólo recibir conocimientos, apoyarse unos con otros. Habrá menos competitividad, más solidaridad (el primero que termina ayuda al que no terminó), se promueve la lectura y escritura... Eso es real ya, en los lugares donde las tienen y se aprovechan: no es que los niños se hayan vuelto santos, pero el tiempo que se dedicaba a jorobar al más cercano, ahora se vuelca en la computadora. En las escuelas cambió el paisaje, el clima, la conversación, el ausentismo.
El Plan trajo otros beneficios: la participación de las familias, se documentó a 3.800 niños que no tenían CI ni estaban en el Registro Civil, se insertó los abandonados del sistema, creció la electrificación del medio rural (donde todavía hay escuelas y hogares sin luz).
El Plan impulsó el acompañamiento permanente a los docentes. Hubo un muy interesante crecimiento personal y profesional de muchos, se multiplicaron el tratamiento disciplinar con propuestas diferentes, la diversidad, el intercambio a través de los blogs que se crearon y el correo electrónico...
Educación especial en Río Branco
Los maestros de Educación Especial de nuestro departamento nos habían contagiado su inquietud: ¿qué va a pasar con muchos niños que tienen tantas dificultades como el que, sólo para mover el ratón, la maestra tiene que sostenerle la mano?
Justamente, en el mismo auditorio, después de un cafecito, intervino una maestra voluntaria de la Escuela Especial de Río Branco: 65 niños con dificultades múltiples como autismo, no videntes, problemas cognitivos, de lenguaje, motrices, de conducta.
Trabajan dos mañanas a la semana con los padres, en el manejo y el cuidado y puedan en su hogar, junto con sus hijos, calcular y bajar materiales de Internet. Otras dos mañanas con los niños y sus maestros. Con los más chiquitos hacen fotos, aprenden a borrar y hacen puzzles. Con los medianos, además, el juego de la memoria (con letras y números) y buscar en internet. Con los más grandes, lo anterior y el Paint (dibujar, insertar, escribir); escribir dar formato e insertar imágenes en el procesador de texto (Write); chatear y bajar juegos, música, etc.
Según los maestros, las computadoras cambiaron la escuela. Atrapó a los niños con transtornos de atención, motivó a leer y escribir. Bajan información e imágenes, las describen y comentan. Todo absolutamente impensable meses atrás.
Los maestros de Educación Especial de nuestro departamento nos habían contagiado su inquietud: ¿qué va a pasar con muchos niños que tienen tantas dificultades como el que, sólo para mover el ratón, la maestra tiene que sostenerle la mano?
Justamente, en el mismo auditorio, después de un cafecito, intervino una maestra voluntaria de la Escuela Especial de Río Branco: 65 niños con dificultades múltiples como autismo, no videntes, problemas cognitivos, de lenguaje, motrices, de conducta.
Trabajan dos mañanas a la semana con los padres, en el manejo y el cuidado y puedan en su hogar, junto con sus hijos, calcular y bajar materiales de Internet. Otras dos mañanas con los niños y sus maestros. Con los más chiquitos hacen fotos, aprenden a borrar y hacen puzzles. Con los medianos, además, el juego de la memoria (con letras y números) y buscar en internet. Con los más grandes, lo anterior y el Paint (dibujar, insertar, escribir); escribir dar formato e insertar imágenes en el procesador de texto (Write); chatear y bajar juegos, música, etc.
Según los maestros, las computadoras cambiaron la escuela. Atrapó a los niños con transtornos de atención, motivó a leer y escribir. Bajan información e imágenes, las describen y comentan. Todo absolutamente impensable meses atrás.
Los de San José, ciudad
A continuación nos tocó a nosotros, los

La última foto, fue del mismo día anterior al Encuentro de Montevideo, de una de las 4 Escuelas de Ciudad del Plata. Con, según las maestras, una asistencia nunca vista. Claro que no por nuestra linda cara, que ni nos conocían. Es que la dichosa maquinita supone una verdadera revolución.
Debió de ser porque todos nos manifestamos con sencillez, con el corazón en la boca, que nos interrumpieron con aplausos 4 ó 5 veces. A la salida todo eran felicitaciones. Alguien me dijo: “¡Qué linda la presentación! Me tuve que ir porque no paraba de llorar”.
Continuara...
Fuente: Ernesto Baquer - RAP San Jose Fotos: ANTEL